Actualmente nos encontramos en la era de la Web 2.0. Con la 3.0 a la vuelta de la esquina cabe preguntarse: ¿qué significan realmente estos números para nosotros? La web 2.0, tan popular en estos momentos, no es realmente una tecnología, sino una actitud. Cuando en la web 1.0 no teníamos más que páginas webs estáticas, en la 2.0 tenemos páginas en flash, comentarios, rss, java, blogs, etc, siendo webs más interactivas y visuales. Si en la 1.0 teníamos la enciclopedia Encarta o la Británica, en la 2.0 tenemos Wikipedia. La interactividad de los lectores con la web (comentarios, votaciones, encuestas, etc.) hacen también su aportación a la web 2.0. y cuando hablamos de la revolución de las redes sociales (MySpace, Facebook, Tuenti) hablamos también de 2.0. Antes teníamos páginas personales, y ahora tenemos blogs, comentarios, estadísticas, anuncios de adwords, widgets, etc. En resumen: en la web 1.0 podíamos leer, en la 2.0 podemos escribir y comentar, dando a los lectores un papel activo, y en la 3.0 se producirán asociaciones con sentido entre distintas webs unidas semánticamente mediante algoritmos de inteligencia artificial. Realmente no hay un paso o fecha entre la Web 1, 2 ó 3, sino que el cambio se va dando gracias a los cambios del día a día, haciendo que la evolución sea sosegada pero constante.
¿Cómo será la web 3.0 o red semántica?
En el mundo de los buscadores, donde parece que Google es insuperable, están surgiendo ideas revolucionarias como Wolfram, el cual basa sus resultados no en palabras clave como hace Google, sino en un algoritmo de inteligencia artificial, que ofrece respuestas “lógicas” a nuestras preguntas de búsqueda. Si por ejemplo le preguntamos a Wolfram la altura del monte Everest , no nos mandará a una web donde lo respondan, ni nos sacará un listado de webs con información acerca del Everest, sino que nos ofrecerá directamente la respuesta que él ha sacado de una web previamente porque ha entendido lo que le estamos preguntando. Si por ejemplo le preguntamos “¿qué tiempo hizo el día que nació Obama?”, la inteligencia del buscador, gracias a la tecnología semántica, sabrá la respuesta de una manera inmediata a un click de ratón. No sabemos si Wolfram será un éxito o un simple buscador de los muchos que dicen jubilarán a Google pero, sin duda alguna, el futuro va por este camino. Si la web 2.0 usa tecnología sintáctica (una simple conexión de páginas web), la web 3.0 usa la semántica, relacionando contenidos de diferente procedencia conectándolos entre sí, y evitando la navegación por decenas de páginas para encontrar una información. Por ejemplo nos permitirá superponer nuestros movimientos bancarios con nuestra agenda para tener detalle de cualquier gasto hecho en una fecha determinada. Microsoft ha adquirido recientemente por 100 millones de dólares un buscador semántico llamado Powerset, apostando por esta nueva tecnología. Con ello, y bajo un nuevo buscador llamado Kumo, tratará de quitarle cuota de mercado a Google en el mundo de los buscadores. Si la web 2.0 se encuentra ya entre nosotros, la 3.0, también conocida como Internet Inteligente, está a la vuelta de la esquina, y será un paso más para que las máquinas “entiendan” a las personas.
De elconfidencial.com
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