Dos gigantes que luchan por la posición de liderazgo en el cibermercado publicitario.
Una pelea que no se ve, pero que es inminente. Google está siendo testigo de cómo la más popular de las redes sociales, con más de 400 millones de usuarios, ya roza la cuota de popularidad del buscador.Pero Google no se quedó de brazos cruzados, y ha desarrollado aplicaciones similares al sitio de Mark Zuckerberg.
En febrero, Google, lanzó Buzz, una especie de red social integrada en los contactos de Gmail, que permite importar mensajes desde el sitio de micorblogging Twitter, fotografís desde Picasa y Flickr y enlaces favoritos desde Google Reader. Pero, para dejar clara la rivalidad, Facebook no puede integrarse en Buzz.
La clave parece residir en el liderazgo de Google para transmitir los mensajes (y posicionamiento) de los anunciantes, y en el potencial poder de Facebook para el mismo propósito.
Como las búsquedas, Google ha impulsado que hace "los anuncios más interesantes para el usuario", ya que la publicidad que ofrece su página y otros sitios de su propiedad viene dada en función del historial del internauta, de sus gustos. Algo que de una manera diferente ha desarrollado Facebook.
En la red social la publicidad está mucho más segmentada y las marcas pueden llegar a su público con nombre y apellido. La promoción viene dada por campañas virales que se multiplican en millones de estatus de los usuarios, en pequeñas aplicaciones que se actualizan a diario o en ser amigo, o fan de las propias empresas.
Mientras Google domina el mecanismo de la publicidad mundial en Internet, Facebook cuenta con la base de datos de posibles clientes, millones de ellos, con su información confidencial.
"El futuro de Google está en las empresas", manifestó su director Eric Schmidt. Y el presente, en la gestión de estos perfiles, cuando ambas empresas están en el punto de mira para que no se salten la barrera de la utópica privacidad en la red.
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